LA FE
En una playa lejana, un indígena vivía de la pesca. Cansado de su miserable soledad, llenó un canasto de erizos y fue a venderlos al pueblo más cercano. Caminó tantas horas que llegó cuando ya no quedaban clientes en el mercado. Agotado por el esfuerzo, se durmió junto a su canasto. Lo despertó un hombre moreno, muy bien vestido, ofreciéndole una moneda de plata por su carga. Lo acompañaba una extraña mujer de larga cabellera verde. “¡Amigo, largo es el cabello de tu compañera!”. “¡Más extraño es su corazón, también verde!” ¿Dónde nacen hembras tan maravillosas?” “En la caverna de los brujos, detrás de esas montañas. El que se casa con una de ellas alcanza como yo el amor y la prosperidad.” “¡Yo también encontraré una mujer así!…” Y el indígena se fue a escalar las montañas. Buscó la gruta durante años pero nunca la encontró. Decepcionado, volvió a su playa para vivir desnudo entre las rocas. Un día vio a una mujer bajar del cerro. “Tenía la cabellera verde! “Me envían los brujos porque has dejado todo por mí. Te pertenezco”. Él gruñó: “El color de tu pelo no es real, te lo has pintado. ¡Seguro que tu corazón es rojo! ¡Voy a desenmascararte!”. Y le hundió su cuchillo entre los senos para abrir un surco y extraerle el corazón. ¡Era verde!. Gritó: “¡He recuperado la fe! ¡Me harás conocer el amor y alcanzar la prosperidad!”. Pero ya era tarde, la mujer estaba muerta.
Microcuento de A. Jodorowsky
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